El Origen de las Especies: Charles Darwin.
Por Kelder Toti.
Charles Darwin es sin duda alguna una de las personalidades que más han
representado el avance de la ciencia en la historia de la Humanidad, sus
estudios sobre la Evolución y sobre todo, el descubrimiento de la Selección
Natural, marcó el nuevo rumbo de la Biología.
Primeros años y formación:
Charles Robert Darwin nació en Shrewsbury, Shropshire, Inglaterra, el 12 de febrero de 1809 en el hogar familiar, llamado "The Mount" ('El monte'). Fue el quinto de seis de los hijos habidos entre Robert Darwin, un médico y hombre de negocios acomodado, y Susannah Darwin (apellidada Wedgwood de soltera).
Era nieto de Erasmus Darwin por parte de padre y de Josiah Wedgwood por parte de madre. Ambas familias eran de antigua tradición unitarista, aunque los Wedgwoods adoptaron el anglicanismo.
Árbol genealógico
Erasmus Darwin, abuelo paterno de Charles
Robert Darwin, contrajo matrimonio con dos mujeres: Mary Howard en 1757 y
Elizabeth Chandos-Pole en 1781. Del primer matrimonio nacieron 5 hijos, entre
los que se encuentra Charles Darwin (tío con nombre homónimo) y Robert Waring
Darwin, padre de Charles Darwin. Del segundo nacieron 7 hijos destacando
Frances Anne Violette Darwin, quien en 1807 se casó con Samuel Tertius Galton.
De este matrimonio nacieron 7 hijos, entre los que se encuentra Francis Galton,
científico pionero en el estudio de las huellas dactilares y fundador de la
eugenesia.
Madre y abuelos maternos
Josiah Wedgwood I, abuelo materno de
Charles Darwin, contrajo matrimonio en 1764 con Sarah Wegdwood, abuela materna
del mismo. De este matrimonio nacieron ocho hijos (cuatro varones y cuatro
mujeres). Su primer hijo fue Susannah Wedgwood, madre de Charles Darwin.
Padres y hermanos.
Robert Waring Darwin y Susannah Wedgwood
se casaron en 1796 y tuvieron 6 hijos. El quinto de ellos fue Charles Robert
Darwin.
Darwin nació en el seno de una familia acomodada de la Inglaterra Victoriana, nieto por parte de padre del también médico y Naturalista Erasmus Darwin, y por parte de madre del famoso fabricante de porcelanas Josiah Wedgwood.
El mismo Robert Darwin, siendo un discreto
librepensador, bautizó a su hijo Charles en la Iglesia Anglicana, aunque tanto
él como sus hermanos, asistían a los oficios unitaristas con su madre. A
los ocho años Charles ya mostraba predilección por la Historia natural y por el
coleccionismo de ejemplares cuando en 1817 se incorporó a la escuela diurna,
regida por el predicador de la capilla donde asistía al culto protestante. En
julio de ese mismo año falleció su madre. En septiembre de 1818 se incorporó
con su hermano Erasmus a la cercana escuela anglicana de Shrewsbury como
pupilo.
Con apenas 16 años Darwin ingresó en la Universidad de Edimburgo, aunque paulatinamente fue dejando de lado sus estudios de medicina para dedicarse a la investigación de los invertebrados marinos. Durante sus estudios de medicina, asistió dos veces a una sala de operaciones en el hospital de Edimburgo, y huyó de ambas dejándole una profunda impresión negativa propia de un alumno sin experiencia médica. «Esto era mucho antes de los benditos días del cloroformo», escribió en su autobiografía.
Con apenas 16 años Darwin ingresó en la Universidad de Edimburgo, aunque paulatinamente fue dejando de lado sus estudios de medicina para dedicarse a la investigación de los invertebrados marinos. Durante sus estudios de medicina, asistió dos veces a una sala de operaciones en el hospital de Edimburgo, y huyó de ambas dejándole una profunda impresión negativa propia de un alumno sin experiencia médica. «Esto era mucho antes de los benditos días del cloroformo», escribió en su autobiografía.
Darwin pasó el verano de 1825 como
aprendiz de médico, ayudando a su padre a asistir a las personas necesitadas de
Shropshire, antes de marchar con Erasmus a la Universidad de Edimburgo donde se
graduó de médico. Encontró sus clases de medicina tediosas y la cirugía
insufrible, de modo que no se aplicaba a los estudios de medicina. Aprendió
taxidermia con John Edmonstone, un esclavo negro liberto que había acompañado a
Charles Waterton por las selvas de Sudamérica y se le veía frecuentemente
sentado con aquel "hombre inteligente y muy agradable".
En su segundo año en Edimburgo ingresó en
la Sociedad Pliniana, un grupo de estudiantes de historia natural cuyos debates
derivaron hacia el materialismo radical. Colaboró con las investigaciones de
Robert Edmund Grant sobre la anatomía y el ciclo vital de los invertebrados
marinos en el fiordo de Forth, y en marzo de 1827 presentó ante la Sociedad Pliniana
el descubrimiento de que unas esporas blancas encontradas en caparazones de
ostras que eran los huevos de una sanguijuela.
Un buen día su amigo Grant, expuso las ideas sobre evolución de Lamarck. Darwin quedó estupefacto, por la novedad de la teoría pero al haber leído recientemente ideas similares en los escritos de su abuelo Erasmus, mantuvo posteriormente una postura indiferente.
Un buen día su amigo Grant, expuso las ideas sobre evolución de Lamarck. Darwin quedó estupefacto, por la novedad de la teoría pero al haber leído recientemente ideas similares en los escritos de su abuelo Erasmus, mantuvo posteriormente una postura indiferente.
Tras un mediocre paso por los estudios
elementales, en 1825 comenzó a estudiar medicina en Edimburgo para continuar la
saga familiar, que abandonó en 1827 para ingresar en Cambridge y cursar
estudios de sacerdocio, aunque tampoco esta era su vocación. Pero allí tuvo la
oportunidad de acudir a interesantes disertaciones científicas que realmente le
motivaron, y que aprovechó para conocer a importantes personalidades en el
mundo de la ciencia, de aquel momento, como el geólogo Adam Sedgwick que
le enseñó a aplicar una metodología científica en el análisis de los hechos y
al naturalista John Stevens Henslow, profesor de botánica del que aprendió a
tomar datos de sus observaciones y recolectar muestras de forma detallada.
Esta falta de atención a sus estudios de medicina disgustó a su padre, quien lo envió al Christ’s College de Cambridge para obtener un grado en letras como primer paso para ordenarse como pastor anglicano. Darwin llegó en enero de 1828, pero prefería la equitación y el tiro al estudio teológico.
Esta falta de atención a sus estudios de medicina disgustó a su padre, quien lo envió al Christ’s College de Cambridge para obtener un grado en letras como primer paso para ordenarse como pastor anglicano. Darwin llegó en enero de 1828, pero prefería la equitación y el tiro al estudio teológico.
Darwin se aburría bastante con el curso de
historia natural impartido por Robert Jameson, que comprendía la geología y su
debate entre neptunismo y plutonismo. Aprendió la clasificación de las plantas,
y contribuyó a los trabajos en las colecciones del museo de la universidad, uno
de los mayores de la Europa de su tiempo.
Su primo William Fox le introdujo en la
moda popular de coleccionar escarabajos, a la que se dedicó con entusiasmo,
consiguiendo publicar algunos de sus hallazgos en el manual Illustrations of
British entomology de James Francis Stephens.
Darwin tuvo que quedarse en Cambridge
hasta junio. Durante este período leyó tres obras que ejercerían una influencia
fundamental en la evolución de su pensamiento: ésta obra fue la de Paley,
Teología Natural, uno de los tratados clásicos en defensa de la adaptación
biológica como evidencia del diseño divino a través de las leyes naturales.;
recientemente publicado, por ello se puede especular que la intención de Darwin
es mostrar como en última instancia la evolución es marcada por Dios.
También estudió el discurso preliminar en el estudio de la filosofía natural, de John Herschel, que describía la última meta de la filosofía natural como la comprensión de estas leyes a través del razonamiento inductivo basado en la observación; y el Viaje a las regiones equinocciales del Nuevo Continente, de Alexander von Humboldt.
También estudió el discurso preliminar en el estudio de la filosofía natural, de John Herschel, que describía la última meta de la filosofía natural como la comprensión de estas leyes a través del razonamiento inductivo basado en la observación; y el Viaje a las regiones equinocciales del Nuevo Continente, de Alexander von Humboldt.
Darwin se convirtió en un amigo íntimo y seguidor del profesor de botánica John Stevens Henslow y conoció a otros importantes naturalistas que contemplaban su trabajo científico como una teología natural, siendo conocido por estos académicos como "el hombre que pasea con Henslow".
En la proximidad de los exámenes finales, Darwin se centró en sus estudios, deleitándose con el lenguaje y la lógica de Evidencias del Cristianismo de William Paley. En el examen final de enero de 1831 Darwin aprobó, quedando el décimo de una lista de 178 examinados.
Tras acabar sus estudios en 1831 a los 22
años, obtuvo por mediación de Henslow el puesto de naturalista sin sueldo en el
barco de reconocimiento HMS Beagle, que iniciaba una expedición científica alrededor
del mundo.
Su padre se opuso en principio al viaje que se planeaba para dos años, aduciendo que era una pérdida de tiempo, pero su cuñado Josiah Wedgwood lo persuadió, aceptando así finalmente la participación de su hijo, ya que veía que perdía el tiempo en expediciones sin futuro.
Aunque el resto de familia no le gusto mucho la idea, el joven Darwin se encontraba entusiasmado. Se hizo con el mayor número de instrumentos científicos y libros que pudo recopilar y subió a bordo, entre sus libros de cabecera se encontraba Principios de Geología de Charles Lyell, texto que le había impresionado gratamente.
Su padre se opuso en principio al viaje que se planeaba para dos años, aduciendo que era una pérdida de tiempo, pero su cuñado Josiah Wedgwood lo persuadió, aceptando así finalmente la participación de su hijo, ya que veía que perdía el tiempo en expediciones sin futuro.
Aunque el resto de familia no le gusto mucho la idea, el joven Darwin se encontraba entusiasmado. Se hizo con el mayor número de instrumentos científicos y libros que pudo recopilar y subió a bordo, entre sus libros de cabecera se encontraba Principios de Geología de Charles Lyell, texto que le había impresionado gratamente.
Viaje del Beagle
El viaje del Beagle duró casi cinco años,
zarpando de la bahía de Plymouth el 27 de diciembre de 1831 y arribando a
Falmouth el 2 de octubre de 1836. Tal como Fitzroy le había propuesto, el joven
Darwin dedicó la mayor parte de su tiempo a investigaciones geológicas en
tierra firme y a recopilar ejemplares, mientras el Beagle realizaba su misión
científica para medir corrientes oceánicas y cartografiando la costa.
Inspirado por un ardiente afán de
contribuir, Darwin planeó visitar las Islas de Tenerife con algunos
compañeros de clase tras la graduación para estudiar la historia natural de los
trópicos. Mientras preparaba el viaje se inscribió en el curso de geología de
Adam Sedgwick y posteriormente le acompañó durante el verano a trazar mapas de
estratos en Gales.
Tras una quincena con otros amigos estudiantes en Barmouth, volvió a su hogar, encontrándose con una carta de Henslow que le proponía un puesto como naturalista sin retribución para el capitán Robert Fitz Roy, más como un acompañante que como mero recolector de materiales en el HMS Beagle, que zarparía en cuatro semanas en una expedición para cartografiar la costa de América del Sur.
Tras una quincena con otros amigos estudiantes en Barmouth, volvió a su hogar, encontrándose con una carta de Henslow que le proponía un puesto como naturalista sin retribución para el capitán Robert Fitz Roy, más como un acompañante que como mero recolector de materiales en el HMS Beagle, que zarparía en cuatro semanas en una expedición para cartografiar la costa de América del Sur.
Darwin tenía nociones de geología,
entomología y disección de invertebrados marinos —aunque se sabía inexperto en
otras disciplinas científicas; de modo que reunió hábilmente gran número de
especímenes para que los especialistas en la materia pudieran llevar a cabo una
evaluación exhaustiva del ejemplar.
A pesar de sufrir frecuentes mareos en
altamar —que ya había acusado la primera vez que embarcó su equipaje a bordo—
la mayoría de sus notas zoológicas versa sobre invertebrados marinos,
comenzando por una notable colección de plancton que reunió en una temporada
con viento en calma.
En su primera escala, en Santiago de Cabo
Verde, Darwin descubrió que uno de los estratos blanquecinos elevados en la
roca volcánica contenía restos de conchas marinas. Como Fitzroy le había
prestado poco antes la obra de Charles Lyell Principios de Geología, que
establecía los principios uniformistas según los cuales el relieve se formaba
mediante surgimientos o hundimientos a lo largo de inmensos períodos, allí
nació la teoría evolucionista.
Darwin comprendió ese fenómeno desde el punto de vista de Lyell, e incluso se planteó escribir en el futuro próximo una obra sobre geología, que nunca realizó por carecer de conocimiento sobre geografía y minerología.
Darwin comprendió ese fenómeno desde el punto de vista de Lyell, e incluso se planteó escribir en el futuro próximo una obra sobre geología, que nunca realizó por carecer de conocimiento sobre geografía y minerología.
En Punta Alta y en los barrancos de la
costa de Monte Hermoso, cerca de Bahía Blanca, Argentina, realizó un hallazgo
de primer orden, al localizar en una colina fósiles de enormes mamíferos
extintos junto a restos modernos de bivalvos, extintos más recientemente de
manera natural. Lo Identificó, por un diente, al poco conocido megaterio -que
en principio asoció con el caparazón de una versión gigante (gliptodonte) de la
armadura de los armadillos locales-.
Estos hallazgos, ocurridos el 24 de septiembre
de 1832, constituyeron la primera evidencia fósil que halló sobre la
mutabilidad de las especies y marcaron el inicio de la posterior elaboración de
su célebre teoría. Estos hallazgos despertaron un enorme interés a su regreso a
Inglaterra.
Cabalgó con los gauchos del interior de la Patagonia, se dedicó a observar la geología y extraer más fósiles, adquiriendo, al mismo tiempo, una perspectiva de los problemas sociales, políticos y antropológicos tanto de los nativos como de los criollos en el momento anterior a la revolución de los Restauradores. También aprendió que los dos tipos de ñandú poseen territorios separados, aunque superpuestos.
Cabalgó con los gauchos del interior de la Patagonia, se dedicó a observar la geología y extraer más fósiles, adquiriendo, al mismo tiempo, una perspectiva de los problemas sociales, políticos y antropológicos tanto de los nativos como de los criollos en el momento anterior a la revolución de los Restauradores. También aprendió que los dos tipos de ñandú poseen territorios separados, aunque superpuestos.
Contempló con asombro la diversidad de la
fauna y la flora en función de los distintos lugares. Así, pudo comprender que
la separación geográfica y las distintas condiciones de vida eran la causa de
que las poblaciones variaran independientemente unas de otras. Continuando su
viaje hacia el sur, observó llanuras aplanadas llenas de guijarros en las que
cúmulos de restos de conchas formaban pequeñas elevaciones.
Como estaba leyendo la segunda obra de Lyell, asumió que se trataba de los «centros de creación» de especies que éste describía, aunque por primera vez comenzó a cuestionar los conceptos de lento desgaste y extinción de especies defendidos por Lyell.
Como estaba leyendo la segunda obra de Lyell, asumió que se trataba de los «centros de creación» de especies que éste describía, aunque por primera vez comenzó a cuestionar los conceptos de lento desgaste y extinción de especies defendidos por Lyell.
En Tierra del Fuego se produjo el retorno
de tres nativos yagán que habían sido embarcados durante la primera expedición
del Beagle, con objeto de recibir una educación que les permitiera actuar de
misioneros ante sus semejantes.
Darwin los encontró amables y civilizados, aunque los otros nativos le parecieron "salvajes miserables y degradados", tan distintos de los que iban a bordo como lo pudieran ser los animales salvajes de los domésticos, si bien, para Darwin, esa distinción estribaba en cuestiones culturales y no raciales.
Al contrario que sus colegas científicos, empezó a sospechar que no existía una diferencia insalvable entre los animales y las personas.
Darwin los encontró amables y civilizados, aunque los otros nativos le parecieron "salvajes miserables y degradados", tan distintos de los que iban a bordo como lo pudieran ser los animales salvajes de los domésticos, si bien, para Darwin, esa distinción estribaba en cuestiones culturales y no raciales.
Al contrario que sus colegas científicos, empezó a sospechar que no existía una diferencia insalvable entre los animales y las personas.
Al cabo de un año, la misión había sido
abandonada. Uno de los fueguinos retornados, a quien le habían dado el nombre
cristiano de Jemmy Button, vivía con los demás nativos, se había casado y
manifestó no tener ningún deseo de volver a Inglaterra.
En Chile, Darwin fue testigo de un terremoto,
observando indicios de un levantamiento del terreno, entre los que se
encontraban acumulaciones de valvas de mejillones por encima de la línea de la
marea alta. Sin embargo, también encontró restos de conchas en las alturas de
los Andes, así como árboles fosilizados que habían crecido a pie de playa, lo
que le llevó a pensar que según subían niveles de tierra, las islas oceánicas
se iban hundiendo, formándose así los atolones de arrecifes de coral.
Poco después, en las islas Galápagos,
geológicamente jóvenes, Darwin se dedicó a buscar indicios de un antiguo
«centro de creación», y encontró variedades de pinzones que estaban
emparentadas con la variedad continental, pero que variaban de isla a isla.
También recibió informes de que los caparazones de tortugas variaban
ligeramente entre unas islas y otras, permitiendo así su identificación.
En Australia, la rata marsupial y el
ornitorrinco le parecieron tan extraños que Darwin pensó que era como si «dos
creadores» hubiesen obrado a la vez. Encontró a los aborígenes
australianos «bienhumorados y agradables», y notó su decadencia por la
proliferación de asentamientos europeos.
El HMS Beagle también investigó la
formación de los atolones de las islas Cocos, con resultados que respaldaban
las teorías de Darwin. Por aquel entonces, Fitzroy —que redactaba la «narración
oficial» de la expedición— leyó los diarios de Darwin y le pidió permiso para
incorporarlos a su crónica. El diario de Darwin fue entonces reescrito como un
tercer volumen dedicado a la historia natural.
En Ciudad del Cabo, una de las últimas
escalas de su vuelta al mundo, Darwin y Fitzroy conocieron a John Herschel,
quien había escrito recientemente a Lyell alabando su teoría uniformista por
plantear una especulación sobre "ese misterio de misterios: la sustitución
de especies extintas por otras" como "un proceso natural en oposición
a uno milagroso".
Ordenó sus notas rumbo hacia Plymouth, Darwin escribía que de probarse sus crecientes sospechas sobre los pinzones, las tortugas y el zorro de las islas Malvinas, «estos hechos desbaratan la teoría de la estabilidad de las especies» (más tarde, reescribió prudentemente "podrían desbaratar"). Posteriormente reconoció que en aquel momento, los hechos observados le hacían pensar que "arrojaban alguna luz sobre el origen de las especies.
Ordenó sus notas rumbo hacia Plymouth, Darwin escribía que de probarse sus crecientes sospechas sobre los pinzones, las tortugas y el zorro de las islas Malvinas, «estos hechos desbaratan la teoría de la estabilidad de las especies» (más tarde, reescribió prudentemente "podrían desbaratar"). Posteriormente reconoció que en aquel momento, los hechos observados le hacían pensar que "arrojaban alguna luz sobre el origen de las especies.
Darwin tomó notas escrupulosamente durante todo el viaje, y enviaba regularmente sus hallazgos a Cambridge, junto con una larga correspondencia para su familia que se convertiría en el diario de su viaje.
Cuando el Beagle regresó el 2 de octubre
de 1836, Darwin se había convertido en una celebridad en los círculos
científicos, ya que en diciembre de 1835 Henslow había promovido la reputación
de su anterior discípulo distribuyendo entre los naturalistas seleccionados un
panfleto de sus comunicaciones sobre geología.
Darwin regresó a Inglaterra el 2 de
octubre de 1836; el cambio experimentado en esos años debió de ser tan notable
que su padre, «el más agudo observador que se haya visto, de natural escéptico
y que estaba lejos de creer en la frenología», dictaminó al volverlo a ver que
la forma de su cabeza había cambiado por completo.
También su salud se había alterado; hacia
el final del viaje se mareaba con más facilidad que en sus comienzos, y en el
otoño de 1834 había estado enfermo durante un mes. Se ha especulado con la
posibilidad de que, en marzo de 1835, contrajera una infección latente de la
llamada enfermedad de Chagas como consecuencia de la picadura del chipo.
Durante el viaje, que duró cinco años pasó
muchas penalidades, continuos mareos y enfermedades que le afectaron a su salud
para toda la vida, pero esto no fue obstáculo para que a su regreso hubiera
recopilado una cantidad inmensa de datos y anotaciones sobre geografía,
geología, botánica y zoología, así como un gran número de muestras.
Posteriormente, la Universidad de
Cambridge dio alas a su pasión por las ciencias naturales. El segundo viaje del
HMS Beagle consolidó su fama como eminente geólogo, cuyas observaciones y
teorías apoyaban las ideas uniformistas de Charles Lyell, mientras que la
publicación del diario de su viaje lo hizo célebre como escritor popular.
Intrigado por la distribución geográfica de la vida salvaje y por los fósiles
que recolectó en su periplo, Darwin investigó sobre el hecho de la
transmutación de las especies y concibió su teoría de la selección natural en
1838.
A su vuelta a Inglaterra se casó con su
prima Emma Wedgwood, y tras unos años en Londres se trasladó a Down, un lugar
tranquilo próximo al mar, donde se dedicó de lleno a la labor de analizar la
desbordante cantidad de notas que trajo consigo, de las que obtendría
información suficiente para escribir varios libros. Había encontrado el rumbo
de su vida.
Publicó parte de la información recogida
en forma de varios libros, y aunque estaba muy bien explicar cómo se
comportaban los animales y que aspecto tenían las plantas de remotos lugares
del globo, a él le interesaba mucho más el significado de todo aquello que
había visto, el cómo y el por qué.
Fue anotando sus observaciones sobre las
variaciones hereditarias en sus "Cuadernos sobre la transmutación de las
especies", pero cuando leyó el libro "Ensayo sobre el principio de
población" del clérigo y economista político Thomas Robert Malthus, fue el
momento en el que encontró la respuesta que buscaba.
Las ideas de Malthus sobre el equilibrio
de las poblaciones humanas le dieron la pista sobre el mecanismo que rige el
fenómeno evolutivo: la Selección Natural, que se basa en la supervivencia de
los más aptos.
Darwin fue a visitar su casa en Shrewsbury
y se encontró con sus parientes, apresurándose inmediatamente a Cambridge para
ver a Henslow, quien le recomendó buscar naturalistas disponibles para
catalogar las colecciones, y acordó encargarse de los especímenes botánicos. El
padre de Darwin organizó las inversiones que permitieron a su hijo ser un
caballero científico sustentado por sus propios ingresos, y le animó a hacer
una gira por las instituciones de Londres para asistir a recepciones en su
honor y buscar de ese modo expertos para describir las colecciones. Los
zoólogos tenían ante sí un enorme trabajo acumulado, y había peligro de que los
especímenes quedaran abandonados en almacenes.
Charles Lyell, entusiasmado, se encontró
con Darwin por primera vez el 29 de octubre y pronto le presentó al prometedor
anatomista Richard Owen, quien disponía de las instalaciones del Real Colegio
de Cirujanos de Inglaterra para poder trabajar en los huesos fosilizados
recolectados por Darwin. Entre los sorprendentes ejemplares que clasificó Owen
se encontraban los de perezosos gigantes extintos, un esqueleto casi completo
del desconocido Scelidotherium, un roedor del tamaño de un hipopótamo, que
recordaba a un capibara gigante, y fragmentos del caparazón de Glyptodon, un armadillo
gigante, tal y como inicialmente supuso Darwin. Estas criaturas extintas
estaban estrechamente relacionadas con especies vivas de Sudamérica.
A mediados de diciembre, Darwin buscó
alojamiento en Cambridge para organizar su trabajo en sus colecciones y
reescribir su «diario». Escribió su primer artículo en el que defendía que la
masa continental de América del Sur se estaba elevando lentamente, y con el
apoyo entusiasta de Lyell lo leyó en la Sociedad Geológica de Londres el 4 de
enero de 1837. El mismo día presentó sus especímenes de mamíferos y aves a la
Sociedad Geológica de Londres.
Darwin fue a visitar su casa en Shrewsbury
y se encontró con sus parientes, apresurándose inmediatamente a Cambridge para
ver a Henslow, quien le recomendó buscar naturalistas disponibles para
catalogar las colecciones, y acordó encargarse de los especímenes botánicos. El
padre de Darwin organizó las inversiones que permitieron a su hijo ser un
caballero científico sustentado por sus propios ingresos, ya que nunca trabajó
para obtener un salario que le permitiera mantener a su numerosa familia; su
padre lo animó a hacer una gira por las instituciones de Londres para asistir a
recepciones en su honor y buscar de ese modo expertos para describir las
colecciones. Los zoólogos tenían ante sí un enorme trabajo acumulado, y había
peligro de que los especímenes quedaran abandonados en almacenes.
Charles Lyell, entusiasmado, se encontró
con Darwin por primera vez el 29 de octubre y pronto le presentó al prometedor
anatomista Richard Owen, quien disponía de las instalaciones del Real Colegio
de Cirujanos de Inglaterra para poder trabajar en los huesos fosilizados
recolectados por Darwin.
Entre los sorprendentes ejemplares que clasificó Owen se encontraban los de perezosos gigantes extintos, un esqueleto casi completo del desconocido Scelidotherium, un roedor del tamaño de un hipopótamo, que recordaba a un capibara gigante, y fragmentos del caparazón de Glyptodon, un armadillo gigante, tal y como inicialmente supuso Darwin. Estas criaturas extintas estaban estrechamente relacionadas con especies vivas de Sudamérica.
Entre los sorprendentes ejemplares que clasificó Owen se encontraban los de perezosos gigantes extintos, un esqueleto casi completo del desconocido Scelidotherium, un roedor del tamaño de un hipopótamo, que recordaba a un capibara gigante, y fragmentos del caparazón de Glyptodon, un armadillo gigante, tal y como inicialmente supuso Darwin. Estas criaturas extintas estaban estrechamente relacionadas con especies vivas de Sudamérica.
A mediados de diciembre, Darwin buscó
alojamiento en Cambridge para organizar su trabajo en sus colecciones y
reescribir su «diario». Escribió su primer artículo en el que defendía que la
masa continental de América del Sur se estaba elevando lentamente, y con el
apoyo entusiasta de Lyell lo leyó en la Sociedad Geológica de Londres el 4 de
enero de 1837. El mismo día presentó sus especímenes de mamíferos y aves a la
Sociedad Geológica de Londres.
El ornitólogo John Gould pronto anunció que las aves de las islas Galápagos que Darwin había pensado que eran una mezcla de tordos, picogordos y pinzones, eran en realidad especies distintas de pinzones. El 17 de febrero Darwin fue elegido como miembro de la Sociedad Geográfica y el discurso de presentación, que estuvo a cargo de Lyell en su calidad de presidente, expuso los hallazgos de Owen a partir de los fósiles de Darwin, enfatizando la continuidad geográfica de las especies como apoyo a sus ideas uniformistas.
El ornitólogo John Gould pronto anunció que las aves de las islas Galápagos que Darwin había pensado que eran una mezcla de tordos, picogordos y pinzones, eran en realidad especies distintas de pinzones. El 17 de febrero Darwin fue elegido como miembro de la Sociedad Geográfica y el discurso de presentación, que estuvo a cargo de Lyell en su calidad de presidente, expuso los hallazgos de Owen a partir de los fósiles de Darwin, enfatizando la continuidad geográfica de las especies como apoyo a sus ideas uniformistas.
A comienzos de marzo Darwin se mudó a
Londres para residir cerca de su trabajo, uniéndose al círculo social de
científicos de Lyell, con eruditos como Charles Babbage, quien le describió a
Dios como diseñador de leyes. La carta de John Herschel sobre el "misterio
de misterios" de las nuevas especies fue ampliamente discutida en estas
reuniones, con explicaciones que se buscaban en las leyes de la naturaleza, no
en milagros ad hoc.
Darwin permaneció con su hermano Erasmus, quien era un libre pensador, miembro del círculo del partido Whig y amigo íntimo de la escritora Harriet Martineau que promovió el Malthusianismo que subyacía a la controvertida Ley de Pobres de 1834 de los whigs para impedir que el bienestar produjera sobrepoblación y más pobreza. Como unitarista recibió bien las implicaciones radicalistas de la transmutación de las especies, promocionadas por Robert Edmond Grant y jóvenes cirujanos influidos por Étienne Geoffroy Saint-Hilaire, pero que eran anatema para los anglicanos que defendían el orden social.
Darwin permaneció con su hermano Erasmus, quien era un libre pensador, miembro del círculo del partido Whig y amigo íntimo de la escritora Harriet Martineau que promovió el Malthusianismo que subyacía a la controvertida Ley de Pobres de 1834 de los whigs para impedir que el bienestar produjera sobrepoblación y más pobreza. Como unitarista recibió bien las implicaciones radicalistas de la transmutación de las especies, promocionadas por Robert Edmond Grant y jóvenes cirujanos influidos por Étienne Geoffroy Saint-Hilaire, pero que eran anatema para los anglicanos que defendían el orden social.
A comienzos de marzo Darwin se mudó a
Londres para residir cerca de su trabajo, uniéndose al círculo social de
científicos de Lyell, con eruditos como Charles Babbage, quien le describió a
Dios como diseñador de leyes. La carta de John Herschel sobre el "misterio
de misterios" de las nuevas especies fue ampliamente discutida en estas
reuniones, con explicaciones que se buscaban en las leyes de la naturaleza, no
en milagros ad hoc.
Darwin permaneció con su hermano Erasmus, quien era un libre pensador, miembro del círculo del partido Whig y amigo íntimo de la escritora Harriet Martineau que promovió el Malthusianismo que subyacía a la controvertida Ley de Pobres de 1834 de los whigs para impedir que el bienestar produjera sobrepoblación y más pobreza. Como unitarista recibió bien las implicaciones radicalistas de la transmutación de las especies, promocionadas por Robert Edmond Grant y jóvenes cirujanos influidos por Étienne Geoffroy Saint-Hilaire, pero que eran anatema para los anglicanos que defendían el orden social.
Darwin permaneció con su hermano Erasmus, quien era un libre pensador, miembro del círculo del partido Whig y amigo íntimo de la escritora Harriet Martineau que promovió el Malthusianismo que subyacía a la controvertida Ley de Pobres de 1834 de los whigs para impedir que el bienestar produjera sobrepoblación y más pobreza. Como unitarista recibió bien las implicaciones radicalistas de la transmutación de las especies, promocionadas por Robert Edmond Grant y jóvenes cirujanos influidos por Étienne Geoffroy Saint-Hilaire, pero que eran anatema para los anglicanos que defendían el orden social.
En su primera reunión para discutir sus
detallados hallazgos, Gould le dijo a Darwin que los pinzones de las distintas
islas de las Galápagos eran especies diferentes. Los dos ñandúes también eran
especies distintas, y el 14 de marzo 1838 Darwin publicó el hecho de que
su distribución había cambiado, desplazándose hacia el sur.
A mediados de marzo, Darwin especulaba en
su cuaderno rojo sobre la posibilidad de que «una especie se transforme en
otra» para explicar la distribución geográfica de las especies de seres vivos
como los ñandúes, y de las extintas como Macrauchenia, una especie de guanaco
gigante. Desarrolló sus ideas sobre la longevidad, la reproducción asexual y la
reproducción sexual en su cuaderno "B" en torno a mediados de julio
hablando de la variación en la descendencia para «adaptarse y alterar la raza
en un mundo en cambio» como la explicación de lo observado en las tortugas de
las Galápagos, pinzones y ñandúes.
En su primera reunión para discutir sus
detallados hallazgos, Gould le dijo a Darwin que los pinzones de las distintas
islas de las Galápagos eran especies diferentes. Los dos ñandúes también eran
especies distintas, y el 14 de marzo de 1838, Darwin publicó el hecho de que su
distribución había cambiado, desplazándose hacia el sur.
A mediados de marzo, Darwin especulaba en
su cuaderno rojo sobre la posibilidad de que «una especie se transforme en
otra» para explicar la distribución geográfica de las especies de seres vivos
como los ñandúes, y de las extintas como Macrauchenia, una especie de guanaco
gigante. Desarrolló sus ideas sobre la longevidad, la reproducción asexual y la
reproducción sexual en su cuaderno "B" en torno a mediados de julio
hablando de la variación en la descendencia para «adaptarse y alterar la raza
en un mundo en cambio» como la explicación de lo observado en las tortugas de
las Galápagos, pinzones y ñandúes.
Realizó un esbozo en el que representaba la descendencia como la ramificación de un árbol evolutivo, en el cual «es absurdo hablar de que un animal sea más evolucionado que otro», descartando de ese modo la teoría de Lamarck en la cual líneas evolutivas independientes progresaban hacia formas más evolucionadas.
Realizó un esbozo en el que representaba la descendencia como la ramificación de un árbol evolutivo, en el cual «es absurdo hablar de que un animal sea más evolucionado que otro», descartando de ese modo la teoría de Lamarck en la cual líneas evolutivas independientes progresaban hacia formas más evolucionadas.
En 1838 Darwin ya había perfilado su
teoría de la evolución, pero consciente de las repercusiones que iba a causar y
del rechazo que ocasionaría su publicación en la conservadora sociedad
victoriana, decidió demorarla y continuar su perfeccionamiento añadiendo
ocasionalmente nuevos datos.
El Origen de las
Especies.
Realizó un esbozo en el que representaba la descendencia como la ramificación de un árbol evolutivo, en el cual «es absurdo hablar de que un animal sea más evolucionado que otro», descartando de ese modo la teoría de Lamarck en la cual líneas evolutivas independientes progresaban hacia formas más evolucionadas.
A su vuelta al Reino Unido, Darwin publicó
la obra Diario del viaje del Beagle. Cuando las "crónicas" de Fitzroy
se publicaron en mayo de 1839, los diarios de Darwin eran ya un éxito tal que
el mismo Fitzroy costeó la publicación del tercer tomo.
Durante más de una década, Darwin, se dedicó a realizar pruebas de cruce de animales y numerosos experimentos con plantas, mediante los cuales encontró indicios de que las especies no eran realidades inmutables que le permitieron profundizar las implicaciones de su teoría. Durante más de una década estos trabajos constituyeron el trasfondo de su investigación principal, consistente en la publicación de los resultados científicos del "Viaje del Beagle".
Durante más de una década, Darwin, se dedicó a realizar pruebas de cruce de animales y numerosos experimentos con plantas, mediante los cuales encontró indicios de que las especies no eran realidades inmutables que le permitieron profundizar las implicaciones de su teoría. Durante más de una década estos trabajos constituyeron el trasfondo de su investigación principal, consistente en la publicación de los resultados científicos del "Viaje del Beagle".
A principios de 1842, Darwin escribió una
carta a Lyell exponiéndole sus ideas, quien observó que su camarada «se negaba
a ver un origen para cada grupo similar de especies». Tras tres años de
trabajo, Darwin publicó en mayo sus estudios sobre los arrecifes coralinos, y
comenzó a esbozar su teoría. Para escapar a las presiones de la capital, el
matrimonio Darwin se mudó a su Down House rural en septiembre.
El 11 de enero de 1844 Darwin comentó sus
especulaciones con el botánico Joseph Dalton Hooker, admitiendo con humor que
era "como confesarse culpable de asesinato". Hooker replicó que en su
opinión había «series de producción en diferentes puntos, así como un cambio
gradual en las especies», y le manifestó su interés en «escuchar su explicación
sobre cómo puede producirse este cambio, dado que por el momento las opiniones
al respecto no me satisfacen».
Hacia el mes de julio, Darwin había
ampliado su esbozo a un ensayo de 230 páginas, destinado a completarse con el
resto de sus investigaciones en el caso de una muerte prematura. En noviembre
la opinión pública reaccionó con polémica ante la publicación anónima de la
obra Vestigios de la historia natural de la Creación, escrita por Robert Chambers.
Se trataba de una obra bien redactada que llamó la atención sobre el tema de la
transmutación. Darwin le censuró su bisoñez en geología y zoología, pero las
críticas que recibió esta defensa de la evolución hicieron que revisara
cuidadosamente sus propios argumentos.
En 1846 Darwin ya había completado su
tercer libro sobre geología. Recuperó su fascinación por los invertebrados
marinos, que había despertado en sus años de estudiante cuando diseccionaba y
catalogaba con Robert Edmond Grant los percebes recogidos durante su viaje,
observando con placer sus complejas estructuras y planteando analogías con
estructuras similares. En 1847, Hooker recibió el "ensayo" y envió
algunas notas críticas a Darwin, que le ayudaron a ver su obra con distanciamiento
científico y cuestionarse su oposición al creacionismo.
Preocupado por su enfermedad crónica,
Darwin acudió en 1849 al balneario del doctor James Manby Gully, y descubrió
con sorpresa las virtudes de la hidroterapia. En 1851 su querida hija Anne Darwin
enfermó, avivando los temores de Darwin de que su mal pudiera ser hereditario,
y tras una serie de crisis falleció.
A lo largo de ocho años de trabajo sobre
cirrípedos, la teoría de Darwin le había ayudado a encontrar homologías que
indicaban que mínimas alteraciones morfológicas permitían a los organismos
cumplir nuevas funciones en nuevas condiciones, y el hallazgo de minúsculos
machos parásitos en organismos hermafroditas le sugirió una progresión
intermedia en el desarrollo de seres sexuados.
En 1853 este trabajo le valió la Medalla Real concedida por la Royal Society, trayéndole así la celebridad como biólogo. En 1854 continuó su trabajo sobre la teoría de las especies, y en noviembre ya había anotado que las diferencias en los caracteres de los descendientes podían obedecer a su adaptación a "diversos entornos en la economía natural".
En 1853 este trabajo le valió la Medalla Real concedida por la Royal Society, trayéndole así la celebridad como biólogo. En 1854 continuó su trabajo sobre la teoría de las especies, y en noviembre ya había anotado que las diferencias en los caracteres de los descendientes podían obedecer a su adaptación a "diversos entornos en la economía natural".
No fue hasta que en 1858 recibió una carta
del también naturalista Alfred Russel Wallace, que le hizo cambiar de opinión.
A.R. Wallace tras sus viajes por América
del sur, Océano Índico y Pacífico Sur había llegado de forma independiente al
mecanismo de la Selección natural como motor de la evolución. Había conocido a
Darwin en una ocasión en 1848 antes de partir en su viaje, era consciente de su
prestigio como naturalista experto y en alguna ocasión había cruzado
correspondencia con él sobre cuestiones de la permanencia y mutación de las
especies. Por este motivo, junto a la carta le envió su corto ensayo
"Sobre la tendencia de las variedades a apartarse indefinidamente del tipo
original", pidiéndole que lo leyera y que si lo consideraba interesante se
lo hiciera llegar a Charles Lyell.
Wallace no era consciente que Darwin
hubiera descubierto la Selección natural con anterioridad, ni del grado de
prioridad que tendría la publicación de su ensayo sobre el trabajo de toda la
vida de Darwin. Esta circunstancia causó una profunda conmoción en Darwin, que
no sabía cómo actuar sin quedar como deshonesto, llegando a escribir
"Preferiría quemar mi libro entero antes que él pensara que he obrado
indignamente".
Fueron sus amigos Charles Lyell y Joseph
Hooker, conocedores de sus trabajos, y que durante muchos años le habían
incitado a publicarlos los que organizaron en julio de 1858 un acto en la
Linnean Society de Londres, en el que se leyó una memoria conjunta de Darwin y
Wallace que posteriormente se publicó en el diario de la Sociedad.
Darwin y Wallace mantuvieron toda su vida
una mutua y generosa relación, reconociendo siempre Wallace a Darwin como
primer descubridor del mecanismo de la Selección Natural.
"El Origen de las especies por
selección natural" se puso a la venta el 24 de noviembre de 1859,
agotándose ese mismo día, en enero de 1860 salió la segunda edición, llegando a
seis ediciones en vida de Darwin. Desde entonces no ha dejado de editarse
siendo traducido a más de treinta idiomas. Su publicación constituía una
revolución científica similar a las que causaron Galileo, Copérnico y Newton en
su momento, y además como Darwin preveía causó una auténtica conmoción en la
conservadora sociedad británica del siglo XIX, que lo consideraba como una
herejía. Por ello recibió los más feroces e insultantes ataques a su persona
durante el resto de su vida.
La importancia del "Origen de las
especies" en la biología moderna ha eclipsado el resto de la obra de
Darwin, y no por eso es menos importante o extensa. Una vez concluyó su obra
cumbre, continuó escribiendo de forma metódica profundizando en el tema
evolutivo. En 1862 publicó un libro sobre "Fertilización de las
orquídeas", en 1868 "Variación de animales y plantas bajo
domesticación", en 1871 "El origen del hombre", en 1872 "La
expresión de las emociones en el hombre y los animales", en 1875 "Las
plantas insectívoras" y "Sobre los movimientos y costumbres de las plantas
trepadoras", en 1876, "Los efectos de la autofertilización y de la
fertilización cruzada en el reino vegetal", en 1877 "Las diferentes
formas de las flores", en 1879 "Vida de Erasmus Darwin", en 1880
"El poder del movimiento de las plantas" y por último en 1881 publica
"La formación del mantillo vegetal por la acción de las lombrices", y
con anterioridad al "Origen de las especies" ya había escrito en 1839
"Diario de investigaciones" sobre su viaje en el Beagle, en 1842
"Estructura y distribución de los arrecifes de coral", en 1846
"Observaciones Geológicas en América del sur", en 1851 un primer
volumen de "Monografía sobre los Cirrípedos", en 1852 un segundo
volumen sobre los cirrípedos. Como se puede apreciar realizó una fructífera
labor de escritor sobre temas de historia natural desde geología a
antropología, pasando por botánica y zoología.
Hacia 1877 a pesar de la oposición de
algunos sectores reaccionarios de la sociedad, la teoría de la Evolución por
medio de la selección natural había conseguido la aceptación por la mayoría de
la comunidad científica, que empezó a reconocerlo públicamente y a concederle
los honores durante tanto tiempo negados, obteniendo distinciones, medallas,
títulos, y su pertenencia a las más ilustres sociedades de la época, hasta que
apenas quedó alguna recompensa científica que no hubiese conseguido.
El día 19 de abril de 1882 Darwin falleció
de un colapso cardiaco en su casa de Down, recibiendo sepultura en la nave
norte de la catedral de Westminster, junto a la tumba de Newton, su entierro se
celebró con todos los honores de un héroe nacional el 26 de abril, siendo
portado su féretro por miembros de la cámara de los comunes, el presidente de
la Royal Society, el embajador de EE.UU., varios nobles, y sus amigos Hooker,
Huxley y Wallace.
La evolución fue aceptada como un hecho
por la comunidad científica y por buena parte del público en vida de Darwin,
mientras que su teoría de la evolución mediante selección natural no fue
considerada como la explicación primaria del proceso evolutivo hasta los años
1930. Actualmente constituye la base de la síntesis evolutiva
moderna.
Con sus modificaciones, los
descubrimientos científicos de Darwin aún siguen siendo el acta fundacional de
la biología como ciencia, puesto que constituyen una explicación lógica que
unifica las observaciones sobre la diversidad de la vida.
Aunque discutió sus ideas con algunos naturalistas, necesitaba tiempo para realizar una investigación exhaustiva, y sus trabajos geológicos tenían prioridad.6 Se encontraba redactando su teoría en 1858 cuando Alfred Russel Wallace le envió un ensayo que describía la misma idea, urgiéndole Darwin a realizar una publicación conjunta de ambas teorías.
Su obra fundamental, El origen de las
especies por medio de la selección natural, o la preservación de las razas
preferidas en la lucha por la vida, publicada en 1859, estableció que la
explicación de la diversidad que se observa en la naturaleza se debe a las
modificaciones acumuladas por la evolución a lo largo de las sucesivas
generaciones. Trató la evolución humana y la selección natural en su obra El
origen del hombre y de la selección en relación al sexo y posteriormente en La
expresión de las emociones en los animales y en el hombre.
También dedicó una serie de publicaciones a sus investigaciones en botánica, y su última obra abordó el tema de los vermes terrestres y sus efectos en la formación del suelo. Dos semanas antes de morir publicó un último y breve trabajo sobre un bivalvo diminuto encontrado en las patas de un escarabajo de agua de los Midlands ingleses. Dicho ejemplar le fue enviado por Walter Drawbridge Crick, abuelo paterno de Francis Crick, codescubridor junto a James Dewey Watson de la estructura molecular del ADN en 1953.
También dedicó una serie de publicaciones a sus investigaciones en botánica, y su última obra abordó el tema de los vermes terrestres y sus efectos en la formación del suelo. Dos semanas antes de morir publicó un último y breve trabajo sobre un bivalvo diminuto encontrado en las patas de un escarabajo de agua de los Midlands ingleses. Dicho ejemplar le fue enviado por Walter Drawbridge Crick, abuelo paterno de Francis Crick, codescubridor junto a James Dewey Watson de la estructura molecular del ADN en 1953.
Como reconocimiento a la excepcionalidad
de sus trabajos, fue uno de los cinco personajes del siglo XIX no
pertenecientes a la realeza del Reino Unido honrado con funerales de Estado,
siendo sepultado en la Abadía de Westminster, próximo a John Herschel e Isaac
Newton
Pruebas de la Evolución:
Son pruebas basadas en criterios de
morfología y anatomía comparada. Los conceptos de homología y analogía
adquieren especial relevancia para la comprensión de las pruebas anatómicas. Se
entiende por estructuras homólogas aquellas que tienen un origen común pero no
cumplen necesariamente una misma función; por el contrario, las estructuras que
pueden cumplir una misión similar pero poseen origen diferente, serían
análogas.
De esta manera, las alas de los insectos y
las aves serían estructuras análogas, mientras que las extremidades anteriores
de los mamíferos, que presentan un mismo origen pero que llevan a cabo
funciones diversas —locomotora, natatoria, etc, constituirían estructuras
homólogas.
En relación a las pruebas embriológicas,
hay que distinguir entre ontogenia —las distintas fases del desarrollo
embrionario— y filogenia, concepto que hace referencia a las distintas formas
evolutivas por las que han pasado los antecesores de un individuo, es decir, su
desarrollo evolutivo. En los vertebrados, cuanto más cerca de la fase inicial
se sitúan los embriones, más parecidos son; posteriormente, se van
diferenciando progresivamente cuanto más cerca de la fase de adulto terminal se
encuentran.
Otra de las pruebas clásicas es el estudio
de los fósiles. El análisis de los distintos estratos geológicos demuestra la
presencia de fósiles de invertebrados en los más antiguos; gradualmente, van
apareciendo en los más recientes peces primitivos, y, finalmente, los fósiles
correspondientes a los mamíferos y las aves.
Evidencias de la Teoría:
En El origen de las especies, Darwin
decía: “No vemos ninguno de estos lentos cambios en el momento en que ocurren
sino hasta que el transcurso del tiempo los ha marcado”.
Muchas personas, tal como lo pensaba
Darwin, suponen que todo ocurrió en un pasado distante, Los biólogos actuales,
por su parte, sostienen que la evolución no solo es un fenómeno del pasado,
sino que continúa hoy en día. Así, pueden citarse ejemplos del proceso
evolutivo llevado a cabo en tiempos coitos, como los originados por la fuerte
intervención producida por el hombre sobre el ambiente durante los siglos XIX y
XX.
Uno de los ejemplos más conocidos es el de
la polilla del abedul, cuyo nombre científico es Biston betularía. Los bosques
británicos, cuyos árboles en general están cubiertos de líquenes de color
claro, son el habitat natural de estas polillas de hábitos nocturnos. Antes de
la Revolución Industrial (mitad del siglo XIX), la mayor parte de la población
de polillas era de color claro, con algunas motas oscuras.
Debido a que las polillas descansaban
durante el día sobre los troncos de los árboles, no eran vistas por las aves
depredadoras. Sin embargo, entre la población de polillas, se podían encontrar
algunos individuos mutantes de Color oscuro, que eran fácilmente detectados y
devorados por las aves.
Durante la Revolución Industrial, la
floreciente industria británica comenzó a quemar grandes cantidades de carbón
como combustible. Debido a la falta de control de la contaminación, el hollín
se diseminó por los bosques, lo que provocó la muerte de los líquenes claros.
De este modo, solo quedaron a la vista los troncos de los árboles, que se
ennegrecieron por la contaminación.
La polilla de color claro contrastaba con el
color oscuro de los troncos y era fácilmente detectada por los depredadores,
pero no así la oscura: estas últimas, que hasta ese momento habían sido
escasas, sobrevivían y se reproducían, y pasaban esta característica a sus
descendientes. Hacia el final del siglo XIX, el 98 % de las polillas en los
alrededores de la ciudad de Manchester eran de color oscuro. Cumpliéndose
la sobrevivencia del más apto.
Esta tendencia de las variedades de color
oscuro de reemplazar a las de color claro es conocida como melanismo
industrial. Pero es importante recordar que la coloración negra de las polillas
no fue producida por la contaminación: la selección natural “trabaja” sobre
variaciones que ya existen en las poblaciones.
Las medidas adoptadas en la última mitad
del siglo XX para el control de la contaminación han revertido esta situación,
y en las poblaciones de Biston betularía de las islas británicas, los
individuos de color claro han vuelto a ser mayoría.
Existen otros ejemplos que ponen de
manifiesto en tiempos cortos el proceso evolutivo, tales como la resistencia de
algunos insectos a los insecticidas o la resistencia de las bacterias a algunos
antibióticos.
Las 5 teorías de Darwin
Varios puntos han sido los más me han
llamado la atención, pero la idea que me ha resultada más interesante dice que
los pensamientos de Darwin sobre la evolución de los seres vivos se pueden
reunir en cinco teorías:
Evolución como tal. Los seres vivos están
cambiando continuamente, no han sido creados recientemente ni están en un
perpetuo ciclo.
Origen común. Cada conjunto de organismos
desciende de un antecesor común y el conjunto de todos los seres vivos
(plantas, animales, hongos, microorganismos,…), se remonta al único origen de
la vida en la tierra.
Diversificación de las especies. La gran
cantidad de especies existente se debe a que, de una misma especie, han surgido
varias especies hijas por la formación de nuevas poblaciones aisladas
geográficamente.
Gradualismo. La evolución tiene lugar
mediante pequeños cambios en las poblaciones y no de manera saltacional.
Selección natural. Los seres vivos están
adaptados a su entorno porque en un mundo donde los recursos son escasos,
poseer un carácter que aumente la eficacia en su explotación da más
oportunidades para dejar descendencia y, si este carácter es heredable, los
hijos sobrevivirán mejor.
Tal vez la teoría que más ha trascendido
hasta nuestros días, y por la cual Darwin es más reconocido, sea la selección
natural; pues fue el primer mecanismo demostrable de evolución que se planteó y
es considerado como el más determinante en el proceso evolutivo. Sin embargo,
como demuestra el título de su libro, la verdadera intención de Darwin era
explicar el origen de los seres vivos.
Además no hubo muchas personas que
aceptaran la teoría al completo debido a que aún no había suficientes pruebas a
favor. Por ejemplo, las evidencias que corroboraban la selección natural eran
contradictorias y las investigaciones necesitaban de mucho tiempo para
realizarse. Aunque el mayor obstáculo era el conflicto con las ideologías
predominantes en la época.
Darwin se adelantó a su tiempo, fue
consciente de las implicaciones que sus ideas tenían mucho más que sus
partidarios y detractores tanto contemporáneos como actuales. Aunque la teoría
de la evolución era aceptada por todos, en el resto existían serias dudas. Ni
siquiera su gran amigo y férreo defensor de sus ideas, Thomas Huxley, tenía
claro la diversificación, el gradualismo y la selección; como también es el
caso de uno de los primeros y más grandes genetistas, Thomas Morgan.
Así, no es de extrañar el gran aprecio que
tenemos la gente que estudiamos la vida a este genio. Con los nuevos tiempos
han venido nuevas interpretaciones de la evolución, pero como dijo Richard
Lewontin en una reciente entrevista, las ideas principales que expuso Darwin no
han cambiado, es decir, los que proponen nuevas teorías sobre la evolución
pretenden poner patas arriba toda nuestra visión de la evolución porque de otro
modo no serían más que trabajadores en una fábrica, por así decirlo. Y esa
fábrica la diseñó Charles Darwin.
Trabajo excesivo,
enfermedad y matrimonio
Durante el desarrollo de su profundo
estudio sobre la transmutación de las especies, Darwin se cargó con más
trabajos. Mientras aún escribía su "diario", continuó editando y
publicando los informes de los expertos sobre sus colecciones y con la ayuda de
Henslow obtuvo una asignación del tesoro de 1000 libras para patrocinar su obra
en varios volúmenes Zoología del viaje del Beagle. En esta última y en su libro
Geología de Sudamérica acepta datos no realistas en apoyo de las ideas de
Lyell. Darwin acabó de escribir su diario en torno al 20 de junio de 1837, día
de la coronación de la Reina Victoria, pero posteriormente tuvo que corregir
las pruebas.
La salud de Darwin se resintió por la
presión. El 20 de septiembre tuvo una «incómoda palpitación del corazón», de
modo que los médicos le conminaron a «abandonar todo el trabajo» y vivir en el
campo durante algunas semanas. Tras visitar Shrewsbury se reunió con sus
parientes de la familia Wedgwood en Maer Hall, Staffordshire, pero les encontró
demasiado entusiasmados con los relatos de sus viajes como para proporcionarle
algún descanso.
Su encantadora, inteligente y cultivada
prima Emma Wedgwood, nueve meses mayor que Darwin, estaba cuidando de su tía
inválida. Su tío, Jos señaló un lugar donde las cenizas habían desaparecido
bajo el terreno y sugirió que podría ser obra de los gusanos, inspirando una
«nueva e importante teoría» sobre su papel en la formación del suelo que Darwin
presentó ante la Sociedad Geológica de Londres el 1 de noviembre.
William Whewell animó a Darwin a aceptar
las obligaciones de secretario de la Sociedad Geológica. Tras declinar
inicialmente la oferta, aceptó el cargo en marzo de 1838. A pesar de la
abrumadora labor de escribir y editar los informes del Beagle, Darwin realizó
destacables progresos en el problema de la transmutación, aprovechando
cualquier oportunidad para poner en cuestión a naturalistas expertos y, de
forma menos convencional, a personas con experiencia práctica, como granjeros y
criadores de palomas.
Con el tiempo su investigación tomaba
datos de sus parientes e hijos, la familia Butler, los vecinos, colonos y
antiguos compañeros de navegación. Entre sus especulaciones incluyó desde el
principio a la naturaleza humana, y observando un orangután en el zoológico el
28 de marzo de 1838 reparó en lo semejante de su conducta a la de un niño.
Los esfuerzos le pasaron factura, y en
junio tuvo que permanecer varios días en cama con problemas estomacales, dolor
de cabeza y síntomas de afección cardíaca. Durante el resto de su vida se vio
repetidamente incapacitado con episodios de dolores de estómago, vómitos,
abscesos graves, palpitaciones, temblores y otros síntomas, en particular
durante las épocas de estrés como la asistencia a reuniones o visitas sociales.
La causa de la enfermedad de Darwin sigue siendo desconocida, y todos los
intentos de tratamiento tuvieron poco éxito.
El 23 de junio se tomó un respiro y se fue
a «hacer algo de geología» en Escocia. Visitó Glen Roy con un tiempo
extraordinario para ver los «caminos naturales» cortados en las laderas de las
colinas a tres alturas. Posteriormente publicó su interpretación de este
fenómeno, afirmando que eran playas de mar elevadas por los movimientos
geológicos, pero posteriormente tuvo que aceptar que eran líneas de la orilla
de un lago proglacial.
Totalmente recuperado regresó a Shrewsbury
en julio. Acostumbraba a tomar notas diarias sobre la cría animal, al tiempo
que pergeñaba pensamientos inconexos sobre su carrera y proyectos en dos
pedazos de papel, en los que valoraba las ventajas e inconvenientes de contraer
matrimonio. Tras tomar una decisión favorable, lo discutió con su padre y fue a
visitar a su prima Emma el 29 de julio. No llegó a hacerle proposiciones, pero
en contra del consejo de su padre le mencionó sus ideas sobre la transmutación.
Continuando con sus investigaciones en
Londres, a las extensas lecturas de Darwin se añadió la sexta edición de la
obra de Thomas Malthus Ensayo sobre el principio de la población:
En octubre de 1838, esto es, quince meses
después de comenzar mi indagación sistemática, sucedió que leí por diversión el
ensayo sobre la población de Malthus, y comencé a estar bien preparado para
apreciar la lucha por la existencia que se da en todas partes a partir de
observaciones a largo plazo de los hábitos de animales y plantas, y de
inmediato me impactó el hecho de que bajo tales circunstancias las variaciones
favorables tenderían a ser preservadas, mientras que las desfavorables serían
destruidas. El resultado de esto sería la formación de nuevas especies. Aquí,
por tanto, por fin había una teoría con la que trabajar.
.
Malthus afirmaba que si no se controlaba,
la población humana crecería en progresión geométrica y pronto excedería los
suministros de alimentos, alcanzando lo que se conoce como catástrofe
maltusiana. Darwin estaba bien preparado para percatarse de que eso se aplicaba
a lo que de Candolle denominaba «guerra de especies» entre plantas y a la lucha
por la existencia en la vida salvaje, explicando cómo el tamaño poblacional de
una especie permanecía bastante estable. Puesto que las especies siempre se
reproducían en cantidad mayor que los recursos disponibles, las variaciones
favorables mejorarían la supervivencia de los organismos transmitiendo las
variaciones a su descendencia, mientras que las variaciones desfavorables se
perderían. Esto acabaría dando como resultado la formación de nuevas especies.
El 28 de septiembre de 1838 anotó
esta intuición, describiéndola como un tipo de cuña que introduciría las
estructuras adaptadas en las fisuras de la economía de la naturaleza al tiempo
que las estructuras más débiles se hacían a un lado. En los meses siguientes comparó
a los granjeros recogiendo lo mejor de su cosecha con una selección natural
maltusiana a partir de variantes surgidas «al azar», de modo que «cualquier
parte de [cualquier] estructura nuevamente adquirida está completamente
experimentada y perfeccionada», y pensó que esta analogía era «la parte más
hermosa de mi teoría».
El 11 de noviembre volvió a Maer y se
declaró a Emma, contándole una vez más sus ideas. Ella aceptó, y en los
intercambios de cartas de amor mostraba cómo valoraba su apertura a compartir
sus diferencias, y exponiendo también sus creencias unitaristas y su
preocupación por que sus dudas honestas pudieran separarlos más adelante.
Mientras estaba buscando casa en Londres,
los accesos de enfermedad continuaban y Emma le escribió apremiándole a que se
tomara algún descanso, comentando de modo casi profético «No sigas poniéndote
malo, mi querido Charley hasta que pueda estar contigo para cuidarte». Él
encontró una casa que llamó una «cabaña de guacamayos» (por sus llamativos
interiores) en Gower Street, y trasladó allí su museo durante las navidades. El
24 de enero de 1839 Darwin fue elegido miembro de la Royal Society.
El 29 de enero Darwin y Emma Wedgwood se
casaron en Maer en una ceremonia anglicana preparada para acoger a los unitarios,
e inmediatamente tomaron el tren a Londres para ocupar su nuevo hogar.
Publicación
A comienzos de 1856 Darwin investigaba si
los huevos y semillas podrían sobrevivir a un viaje en el agua del mar
diseminando de ese modo las especies por los océanos. Hooker cada vez dudaba
más de la doctrina tradicional en torno a la inmutabilidad de las especies,
pero su joven amigo Thomas Henry Huxley era un firme detractor de la evolución.
Por su parte, Lyell estaba fascinado por las especulaciones de Darwin, aunque
sin percibir el alcance de sus implicaciones. Cuando leyó un artículo de Alfred
Russel Wallace sobre la Introducción de especies, observó similitudes con los
pensamientos de Darwin y le apremió a publicarlos para establecer la
precedencia.
Aunque Darwin no percibió amenaza
alguna, comenzó a trabajar en una publicación corta. La contestación de
difíciles cuestiones retenían su desarrollo una y otra vez, y finalmente amplió
sus planes a la redacción de un «gran libro sobre las especies» titulado
Selección natural. Darwin continuó con sus investigaciones, obteniendo
información y especímenes de naturalistas de todo el mundo, incluyendo a
Wallace, que estaba trabajando en Borneo. El botánico estadounidense Asa Gray
mostraba intereses similares, y el 5 de septiembre de 1857 Darwin envió a Gray
un esbozo detallado de sus ideas, incluyendo un extracto de su obra Selección
natural. En diciembre, Darwin recibió una carta de Wallace preguntándole si el
libro trataría la cuestión del origen del hombre. Él le contestó que evitaría
el tema al estar «tan rodeado de prejuicios», mientras animaba a Wallace a
seguir con su línea teórica, añadiendo que «Yo voy mucho más allá que Usted».
El libro de Darwin estaba a la mitad
cuando el 18 de junio de 1858 recibió una carta de Wallace. En ella, Wallace
adjuntaba un manuscrito para ser revisado en el que defendía la evolución por
selección natural. A petición de su autor, Darwin envió el manuscrito a Lyell,
mostrándole su sorpresa por la extraordinaria coincidencia de sus teorías, y
sugiriendo la publicación del artículo de Wallace en cualquiera de las revistas
que este prefiriese. La familia de Darwin estaba en crisis, y los niños de su
pueblo estaban muriendo de escarlatina, de modo que dejó el asunto en manos de
Lyell y Hooker.
Finalmente se decidió por una
presentación conjunta en la Sociedad Linneana de Londres el 1 de julio bajo el
título Sobre la tendencia de las especies a crear variedades, así como sobre la
perpetuación de las variedades y de las especies por medio de la selección
natural compuesta por dos artículos independientes: el manuscrito de Wallace, y
un extracto del no publicado Ensayo de Darwin, escrito en 1844, junto con un
resumen de la carta de Darwin a Asa Gray. No obstante, la hija de Darwin murió
pronto de escarlatina y estaba demasiado abatido como para asistir.
La presentación de la teoría de la
selección natural ante la Sociedad Linneana no recibió demasiada atención. Tras
la publicación del artículo en agosto en el periódico de la sociedad, se
reimprimió en varias revistas y recibió algunas reseñas y cartas, pero el
presidente de la Sociedad Linneana comentaba en mayo de 1858 que aquel año no
estaba señalado por ningún descubrimiento revolucionario.
Sólo una reseña le resultó a Darwin
lo suficientemente incisiva como para tenerla en cuenta más tarde: el profesor
Samuel Haughton de Dublín afirmaba que "todo lo novedoso del artículo es
falso, y lo verdadero ya es cosa dicha anteriormente".96 Darwin se debatió
durante trece meses para producir un extracto de su "gran libro",
sufriendo enfermedades del corazón, pero recibiendo continuos ánimos de sus
amigos científicos. Lyell lo dispuso todo para que lo publicara John Murray.
El origen de las especies mediante la
selección natural o la conservación de las razas favorecidas en la lucha por la
vida (habitualmente conocido bajo el título abreviado de El origen de las
especies) resultó inusitadamente popular, y el lote completo de 1250 copias
tenía un número de suscriptores superior cuando salió a venta a los libreros el
22 de noviembre de 1859.
En el libro, Darwin expone una "extensa argumentación" a partir de observaciones detalladas e inferencias, y considera con anticipación las objeciones a su teoría.99 Su única alusión a la evolución humana fue un comentario moderado en el que se hablaba de que "se arrojará luz sobre el origen del hombre y su historia."100 Su teoría se formula de modo sencillo en la Introducción:
En el libro, Darwin expone una "extensa argumentación" a partir de observaciones detalladas e inferencias, y considera con anticipación las objeciones a su teoría.99 Su única alusión a la evolución humana fue un comentario moderado en el que se hablaba de que "se arrojará luz sobre el origen del hombre y su historia."100 Su teoría se formula de modo sencillo en la Introducción:
Como de cada especie nacen muchos más
individuos de los que pueden sobrevivir, y como, en consecuencia, hay una lucha
por la vida, que se repite frecuentemente, se sigue que todo ser, si varía, por
débilmente que sea, de algún modo provechoso para él bajo las complejas y a
veces variables condiciones de la vida, tendrá mayor probabilidad de sobrevivir
y, de ser así, será naturalmente seleccionado. Según el poderoso principio de
la herencia, toda variedad seleccionada tenderá a propagar su nueva y
modificada forma.
Darwin argumentó contundentemente en favor
de un origen común de las especies pero evitó el entonces controvertido término
"evolución" y desde la segunda edición de El origen de las especies,
al final del libro, concluía que:
Hay grandeza en esta concepción según la
cual la vida, con sus diferentes fuerzas, ha sido alentada por el Creador en un
reducido número de formas o en una sola, y que, mientras este planeta ha ido
girando según la constante ley de la gravitación, se han desarrollado y se
están desarrollando, a partir de un principio tan sencillo, una infinidad de
las formas más bellas y portentosas.
Los últimos años.
A pesar de los repetidos brotes de su
enfermedad durante los últimos 22 años de su vida, Darwin continuó
infatigablemente su trabajo. Habiendo publicado El origen de las especies como
un resumen de su teoría, continuó desarrollando líneas de investigación que
allí sólo habían sido esbozadas y que incluyeron objetos tan dispares como la
evolución humana, diversos aspectos de la adaptación de las plantas o la
belleza decorativa en la vida salvaje.
En 1861, sus investigaciones sobre la
polinización por insectos le condujeron a novedosos estudios sobre las
orquídeas salvajes en los que investigó la adaptación de sus flores al síndrome
floral y al aseguramiento de la heterosis. La fecundación de las orquídeas,
publicada en 1862, ofreció la primera demostración detallada del poder de la
selección natural, explicando las complejas relaciones ecológicas y haciendo
verificables las predicciones.
El deterioro de su enfermedad obligó a
Darwin a permanecer en cama. La habitación en la que guardaba reposo se
encontraba repleta de ingeniosos experimentos para trazar los movimientos de
las plantas trepadoras, y no dejó de recibir visitas de ilustres naturalistas.
Entre ellos se encontraban Ernst Haeckel, un celoso seguidor del Darwinismus,
una particular versión del darwinismo que favorecía la ortogénesis por encima
de la selección natural, y Wallace, quien aunque siguió apoyando la teoría de
Darwin, se convirtió progresivamente al espiritualismo.
La primera parte del "gran libro"
planeado por Darwin, y titulado Variación de las plantas y los animales en
estado doméstico creció hasta convertirse en dos enormes volúmenes, obligándole
a dejar de lado otros objetos de estudio como la evolución humana y la
selección sexual. La obra se publicó en 1868 y a pesar de su extensión tuvo una
amplia acogida, alcanzando un número considerable de ventas y siendo traducida
a varios idiomas. Más tarde, Darwin escribió una segunda sección dedicada a la
selección natural que sería publicada a título póstumo.
En 1869, Darwin utilizó por primera vez la
frase acuñada por Herbert Spencer: "la supervivencia del más apto",
como sinónimo de la selección natural; en la quinta edición de El origen de las
especies.
El siguiente reto de Darwin tuvo por
objeto la evolución humana. Lyell ya había popularizado el tema de la
prehistoria, y por entonces Thomas Henry Huxley organizaba sesiones de anatomía
en las que se comparaban cráneos de simios y humanos en distintos grados de
desarrollo. Con El origen del hombre, y la selección en relación al sexo,
publicado en 1871,
Darwin ofreció múltiples evidencias que situaban al ser humano como una especie más del reino animal, mostrando la continuidad entre características físicas y mentales. Así mismo, expuso la teoría de la selección sexual como una explicación de determinadas características no adaptativas, como el plumaje de la cola del pavo real, así como la evolución cultural y las diferencias sexuales, raciales y culturales, al mismo tiempo que enfatizaba la pertenencia de todos los humanos a una misma especie.
Darwin ofreció múltiples evidencias que situaban al ser humano como una especie más del reino animal, mostrando la continuidad entre características físicas y mentales. Así mismo, expuso la teoría de la selección sexual como una explicación de determinadas características no adaptativas, como el plumaje de la cola del pavo real, así como la evolución cultural y las diferencias sexuales, raciales y culturales, al mismo tiempo que enfatizaba la pertenencia de todos los humanos a una misma especie.
Su investigación fue ampliada en su
siguiente libro: La expresión de las emociones en el hombre y los animales
(1872), una de las primeras publicaciones acompañada de fotografías impresas,
que discutía la continuidad de la psicología humana con la conducta animal.
Ambos libros fueron enormemente populares y el mismo Darwin se declaró
sorprendido de que "todo el mundo hablase de ello sin demostrar sorpresa
alguna".108 Su conclusión fue que
el hombre, con todas sus nobles
cualidades, con su compasión hacia los que siente desarraigados, con su
benevolencia no sólo hacia los otros hombres sino hacia la más humilde
criatura; con su intelecto, que parece divino y ha penetrado en los movimientos
y la formación del sistema solar –con todos estos elevados poderes– todo hombre
sigue cargando en su condición corporal el sello indeleble de su modesto
origen.
Sus experimentos e investigaciones sobre
evolución culminaron en sus trabajos sobre el movimiento de plantas trepadoras
y carnívoras, los efectos de la heterosis y la autofertilización vegetal,
diferentes formas de flores en una misma especie de planta, y El poder del
movimiento en las plantas. En su último libro, Darwin investigó el efecto de la
presencia de lombrices en la formación del suelo.
Murió en Downe, Kent (Inglaterra) el 19 de
abril de 1882. Esperaba ser enterrado en el patio de la iglesia de St. Mary, en
Downe, pero por petición de sus colegas, el presidente de la Royal Society,
William Spottiswoode, convino un funeral de Estado en la Abadía de Westminster,
donde fue enterrado junto a John Herschel e Isaac Newton. Sólo cinco
personas que no pertenecieran a la realeza tuvieron el honor de recibir un
funeral semejante durante el siglo XIX.
Los Hijos de Darwin.
El matrimonio Darwin tuvo diez hijos. Dos
de ellos murieron en la infancia, y especialmente el fallecimiento de Anne
Darwin con diez años dejó una huella indeleble en sus padres. Charles era un
padre cariñoso y extraordinariamente atento con sus hijos. Cuando enfermaron
siempre sospechó que la consanguinidad podía empeorar la tendencia genética a
la enfermedad que él sufría desde su juventud. Estudió el tema en sus libros,
contrastándolo con las ventajas asociadas al cruce entre muchos organismos.
La mayoría de los hijos de Darwin tuvo
carreras distinguidas logradas, en parte, gracias al honor de ostentar su
ilustre apellido. George, Francis y Horace se convirtieron con el tiempo en
miembros de la Royal Society, distinguidos así por sus trayectorias en
astronomía, botánica e ingeniería, respectivamente. Su hijo Leonard, por otra
parte, fue sucesivamente soldado, político, economista y eugenicista, además de
maestro del estadístico y biólogo evolutivo Ronald Fisher.
La teoría de Darwin: comunidad de descendencia
y selección natural
La explicación propuesta por Darwin del
origen de las especies y del mecanismo de la selección natural, a la luz de los
conocimientos científicos de la época, constituye un gran paso en la coherencia
del conocimiento del mundo vivo y de las ideas sobre evolución presentes con
anterioridad. Se trataba de una teoría compuesta por un amplio abanico de
subteorías que ni conceptual ni históricamente fueron indisociables.
Fundamentalmente, las dos grandes
teorías defendidas en el Origen fueron, por un lado, la teoría del origen común
o comunidad de descendencia, en la que se integran evidencias muy variadas en
favor del hecho de la evolución, y, por otro, la teoría de la selección
natural, que establece el mecanismo del cambio evolutivo. De este modo, Darwin
pretendía resolver los dos grandes problemas de la historia natural: la unidad
de tipo y las condiciones de existencia.
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